El hecho de trazar paralelos entre el Mediterráneo y la región fronteriza México-Estados Unidos no es realmente nada nuevo, pero en pocas ocasiones el tema se ha tratado de una forma seria y rigurosa como se hace en el presente libro. Este conjunto de trabajos articulados en nueve partes que atraviesan temas teóricos sobre los contrastes fronterizos, empíricos, sobre culturas de frontera y pervivencia colonial, políticas fronterizas, tránsito y circularidad, vulnerabilidad en el cruce, conformación de espacios de cierre, y activismo fronterizo, ha sido realizado por más de treinta autores de las más diversas geografías.
Este trabajo es básicamente fruto de un debate transcurrido durante cuatro años de vida, fomentado por un intenso intercambio el cual brindó una oportunidad única para poder compartir ideas, teorías y estrategias transatlánticas con el fin de componer una perspectiva fronteriza desde la cual analizar los crecientes problemas sociales relacionados con los impactos del capitalismo global. Asimismo, hemos logrado delinear una reinterpretación de los procesos sociales, teniendo en cuenta las dinámicas actuales de las movilidades y de sus representaciones en las últimas décadas. Para ello, el eje de la discusión se ha situado en el estudio de fenómenos comunes en las dos regiones de interés: las prácticas transnacionales, la deslocalización industrial a través de las maquiladoras, la creación de zonas «off-shore», la emergencia de las movilidades transnacionales, el paso de los millares de trabajadores indocumentados, el nuevo rol central de las mujeres y las estrategias familiares en las representaciones y en las prácticas de estos espacios, la fuerza del control, la persistencia de los muros, la conexión entre muerte y cuerpo, la figura de los menores y la ausencia de derechos.., todo ello teniendo en cuenta las especificidades socio-culturales de cada conjunto regional.
La obra aborda principalmente tres ejes de análisis para abordar una visión contemporánea de las fronteras. En primer lugar, un eje de reflexión sobre la articulación de la frontera (desde qué lugar, desde qué tipo de actores, desde qué marco de interpretación global), teniendo en cuenta una perspectiva histórica (con el peso de la conquista, la colonia y la ocupación). La noción frontera y su variedad tipológica así como las infinitas construcciones de la frontera desde el ángulo metafórico y culturalista. En segundo lugar, un eje global, el cual nos ayuda a detallar los procesos en marcha a escala global. Nos referimos a los procesos ligados principalmente a las movilidades globales, a la apertura del capital transnacional y a las fuerzas económicas homogeneizadoras de la globalización que nos llevan a repensar la articulación de los procesos convergentes y divergentes. Dentro de estos circuitos ligados a la globalización detallamos también las formas de control, las formas del vivir transnacional de las personas y del capital como eje del análisis de las prácticas transfronterizas. En tercer lugar, se sitúa el eje espacial, en una reflexión contemporánea sobre la globalización, aportando un rastreo detenido del espacio y las escalas, desde los parámetros más macro hasta la centralidad que adquiere la ciudad y muy en concreto la ciudad fronteriza.